La decisión se tomó un mes después de la expulsión de Edgardo Kueider de la Cámara alta.
El Senado resolvió dar de baja a todos los empleados temporarios que trabajaban en su despacho. Esta medida afecta a 14 agentes que desempeñaban funciones en el palacio legislativo y en el edificio anexo, bajo la dirección del exsenador, quien sigue detenido en Paraguay tras ser arrestado por intentar ingresar al país con más de US$200,000 junto con su pareja y exempleada, Iara Magdalena Guinsel Costa. La decisión se formalizó a través de dos decretos presidenciales firmados por Victoria Villarruel, el 16 y 24 de enero.
El grupo de empleados permanentes también vivió una situación tensa el 13 de diciembre, cuando fueron forzados a abandonar rápidamente sus puestos para permitir el cierre de las oficinas de Kueider, como medida preventiva tras un pedido judicial. La jueza federal Sandra Arroyo Salgado había solicitado el allanamiento de las oficinas del exsenador, lo que ocurrió poco después de su expulsión. El 20 de diciembre, algunos de esos empleados abrieron las oficinas para permitir el acceso del personal judicial. Desde entonces, los despachos permanecen cerrados, con seguridad del Senado, sin ser asignados a otro legislador.